¿Cuáles fueron las 7 maravillas de la antigüedad?

Los siete monumentos más admirados en la Antigüedad son anteriores al nacimiento de Jesucristo.
Sólo se conserva uno -en realidad, un conjunto-: las pirámides de Egipto. Se conocen por las descripciones que han llegado hasta nosotros y los estudios arqueológicos.

Las pirámides de Egipto
Son bastantes las pirámides que existen. Pero la tradición se refiere a las tres mayores existentes en Gizeh (Bajo Egipto). Entre ellas sobresale la del faraón Cheops (Jufu), la de mayores proporciones de todas (53.000 m2 y 150 metros de altura).

Los jardines colgantes de Babilonia
Estos jardines, obra de Nabucodonosor II, hacia 600 a. de C. -o de la reina Semíramis, según otros-, eran una serie escalonada de terrazas, de unos noventa metros de altura, cubiertas de árboles, parterres, y prados, que imitaban un paisaje.


El Templo de Artemisa
Diana es el nombre latino de Artemisa, la diosa griega de la Luna. El rey Creso edificó un templo en su honor en Éfeso (Asia Menor), en el siglo VI, el cual reconstruyó en 356 a. de C. Era de mármol blanco y encerraba una gran estatua de la diosa.


El Zeus de Olimpia
A Zeus, el Júpiter romano, se consagró una estatua, obra de Fidias (siglo V antes de C.), en Olimpia, centro de la religión griega. Medía unos diez metros de alto, y representaba al dios, rey de todas las deidades, sentado en un rico trono, cubierto de placas de oro y marfil, y adornado con deslumbrantes piedras preciosas.



El coloso de Rodas
Imagen del dios Sol, que se erigió hacia los años 292 - 280, por deseo del pueblo de la isla de Rodas (mar Egeo) Según los autores antiguos, esta gigantesca figura de bronce hueco, cuya altura era veinte veces la de un hombre, se levantó en la entrada del puerto de la ciudad, pero no con una pierna a un lado de la bocana y la otra en el opuesto, como afirmaban los hombres de la Edad Media. Fue obra de Cares de Lindos. Un terremoto la destruyó.

El Faro de Alejandría
Por haber sido elevado en la isla de Faros, unida a Alejandría (Egipto), este monumento, una torre, recibió el nombre que ha transmitido a la posteridad. Se edificó en la época de Tolomeo II, hacia 280 antes de C. En lo alto de él se mantenía encendido un fuego, cuya luz quizá reflejaba un espejo. Lo arruinó un terremoto en el siglo XIV.

El Mausoleo de Halicarnaso
Al morir Mausolo, rey de Caria (353 antes de C.), su viuda, Artemisa construyó para él una espléndida tumba de mármol en Halicarnaso (Asia Menor). Nuestra palabra mausoleo, que denota un sepulcro monumental suntuoso, deriva del nombre del difunto soberano. De sus adornos escultóricos, sumamente bellos, obra de varios artistas, entre ellos Escopas y Timoteo, se conservan restos en el Museo Británico (Londres).