¿Por qué los gatos caen siempre de pie?


Un gato logra por lo general caer sobre las patas desde cualquier altura, debido a la manera en que están dispuestos sus músculos y a la rapidez con que los pone en acción. Suele ser capaz de volverse en el aire, de modo que sus pies son lo primero que se pone en contacto con el suelo.
Estando dotado de un excelente sentido del equilibrio, otra de sus virtudes, aterriza de la manera descrita. Los canales semicirculares -en número de seis, muy pequeños, llenos de líquido y situados en tríos detras de cada oreja- rigen ese sentido en los gatos (y en el hombre). Dada la importancia de los canales, sería de esperar que estuvieran muy desarrollados en un animal capaz de realizar la proeza mencionada. Pero no ocurre así en realidad; los suyos no son tan perfectos como los humanos, y los de ambos no admiten comparación con los de las aves. Por lo tanto, la excepcional habilidad gatuna no parece poder explicarse sólo con un rasgo especial del sentido del equilinbrio. Se trata de una facultad instintiva, que proviene de la práctica durante largo tiempo.
Los científicos aseguran que el hombre caería también siempre sobre sus extremidades si lograra pensar con suficiente rapidez. Algunos lo hacen. Por ejemplo, en el circo, los trapecistas se lanzan cabeza abajo desde su aparato, dan varias vueltas en el aire y caen de pie, sin daño alguno; otros artistas circenses dan saltos mortales desde el lomo de caballos y vuelven a la silla con entera precisión. Estas pruebas, y muchas más que pudieran aducirse, demuestran que tales habilidades se han hecho instintivas con la práctica.